miércoles, marzo 21, 2012

Lo que los dioses insinuan moviendo la tierra

Ayer vivimos un sismo de 7.6 en la ciudad de México. Las calles se llenaron de personas evacuadas de sus oficinas o de quienes salieron de sus viviendas.

Los temores del 85 se revivieron por que la tierra se movió, por allá por Guerrero, y como de costumbre, lo sentimos hasta la médula.

Si creyéramos en los antiguos dioses, deberíamos tomar esto como un castigo o como un aviso. Deberíamos interpretarlo como su disgusto de nuestra actual forma de vida y tal vez, exigir sacrificio, para lo cual hay toda una lista de notables que podrían pasar por los altares de piedra, para demostrar a los dioses que les enviamos a los que dan lata para que allá los castiguen.

7.8 o más dicen que fue la magnitud. Los unos para no quedarse cortos, los otros por que suena más estridente y unos cuantos, para que vean como reaccionan en una situación de alto riesgo, derrochando valor.

Si creyéramos en los antiguos dioses, deberíamos arrepentirnos de nuestros malos actos, de despreciar a nuestros viejos, de ser materialistas, de maltratar a la naturaleza. Sería un castigo justo e incluso se quedaría corto.

En 85 al segundo día, volvió a temblar muy fuerte.

Dejamos de creer en nuestros dioses y los cambiamos por los de los vencedores. Pero la fe es extraña, Mictlantecuhtli reaparece como la santa muerte, aunque con un look europeo del Séptimo sello; o san Malverde, que no ubico a que deidad podría corresponder el patrono de los sicarios.


Ayer alguien gritaba "ya empieza el 2012, los mayas tenían razón". Es malo burlarse de lo que no se conoce.