viernes, marzo 30, 2007

Memorias que se lleva el viento

Ayer, el Presidente inauguró una gran central eólica en Oaxaca. Un gran paso en la introducción de fuentes de energía limpia en México.

Al acto lo acompañó el cuestionado gobernador del estado. Y lo más asombroso es que pareciera que no ha pasado nada.

¿Oaxaca está en paz en rumbo del futuro o será Alzheimer? ¿O será que como buen complot, todo estaba planeado?

lunes, marzo 26, 2007

300 vs ¿cuántos?

Este ha sido un fin de semana complicado. Por un lado las manifestaciones católicas pro-vida en contra de la legalización del aborto, donde hay señales de que la separación estado-iglesia está en riesgo. Mas tarde el recordatorio de que el Peje todavía nada en los mares de la política mexicana.

Pero si algo unifico a nuestras trastornadas masas, fue el estreno de 300, la producción que se está metiendo cualquier cantidad de billete en el gabacho, y le ha llegado el turno de probar suerte en México. Conociendo la historia griega, habiendo disfrutado hace tiempo de un tema de Vangelis e Irene Papas sobre la hazaña y por supuesto la labor de marketing bestial de Hollywood, las expectativas eran altas; pero después de ver la pelicular, parece que no solo Mel Gibson tiene problemas graves de interpretación.

Para empezar, se notan grandes influencias de Matrix, LOR, 13 guerreros y algunas de la adaptaciones recientes de comics; esto último de esperarse, pues se supone que es la adaptación de una novela gráfica. El inicio es interesante, aunque los brillos de la civilización espartana quedan reducidos a una síntesis de 5 minutos, pues la prisa por llegar a los porrazos es notoria.

La parte de la consulta del oráculo está bastante jalada, y ni siquiera capta la cosmovisión griega a fondo.

Los diálogos son en exceso cortos, y pareciera que a Leonidas se le queman las habas por ir a ponerle en la maraca a Xerxes (el cual por cierto, parece el modelo de portada de una revista de piercing). En lo personal me dejó un sensación de ver cuadros paisajistas acompañados de escenas de acción. Además aunque adoró el metal, me parece que la banda sonora no viene ni al caso. Una secuencia llama la atención: cuando la reina (que es uno de los personajes mejor logrados) busca el apoyo del consejo para enviarle refuerzos al rey de Esparta, y uno de los consejales (traidor y vendido) le ofrece su apoyo si ella le afloja el cuerpo.

De llamar la atención que los políticos al parecer no cambian. También el discurso de Leonidas es exagerado y llevado a la arena de "nosotros peleamos por la libertad", y solo faltaba que dijera que al derrotar a Xerxes el que seguía era Saddam. En fin, una calabaza de película, donde se le metieron unos millones al arte gráfico, pero no se aprovecharon para una obra de arte.

Parece que el despilfarro marca el ritmo de este año.

Y para acabarla de amolar, en USA las búsquedas con respecto a la película no tienen nada que ver con la historia, sino con el acondicionamiento físico de los actores, pues parece que se vendió bien la imagen de espartano grandote y cabrón.

jueves, marzo 08, 2007

La luna, el cerdo y la pared.

6 de marzo de 2007. El hechicero Roger Waters llegó a la ciudad de México para mostrarnos la magia de su arte. Sin duda, uno de los conciertos y espectáculos más impactantes que haya visto hasta la fecha. En realidad al principio no tenía muchas espectativas por el ruido blanco de la rutina diaria. Sin embargo, a la cita acudieron casi 45,000 almas que serían sorprendidas por un inglés.

Al llegar al foro Sol, se apreciaba un escenario inmenso, y por lo menos desde lejos, donde estábamos sentados, parecía que había unos inflables de una botella de whisky, un vaso, un radio y un avioncito de juguete; todo gigante.

El audio estaba repartido por todos lados, apoyado por unas torres al centro. Poco a poco se lleno, y antes de apagarse las luces una manota salió para agarrar el vaso y cambiarle al radio. Carajo, era una proyección con una nitidez brutal.

Y entonces las luces se fueron y entro Waters con su bajo Fender. Y para abrir boca, In the Flesh. Pero ahí no paró la cosa. Cuando empieza con Set the controls, mientras en la pantalla se veía una animación de una especie de eclipse, en el horizonte empezó a salir la luna, imponente.

En recuerdo de Barret, Shine on. Y el cuero empezó a enchinarse con las rolas del Final cut (una declaración anti bélica oportuna). Casi antes del intermedio, Sheep en una versión con toda la potencia imaginable y un cerdo que traía tatuado en el culo "Saquen a Bush", y en los laterales "Kafka rules". Al terminar la rola, soltaron al puerco para que surcara los cielos de la capital. Rayado a quien le caiga en su azotea semejante trofeo.

En la segunda parte, el Dark side of the moon completito. Y para rematar Another brick in the wall, Vera, Bring the boys back home y por supuesto Confortably numb.

Dios, que noche. A la cita fue de todo, y de todas las edades. La chela circulaba y el olor a petatiux flotaba intermitente. Mis respetos al diseñador gráfico que hizo las animaciones, a los músicos y a todos los que montaron soberano espectáculo.

Ojala Floyd se reuna para hacer un disco más y una gira del calibre que acostumbran.

Ahora de vuelta en la realidad y la rutina, me doy cuenta que lo que vale la pena son esos momentos mágicos. Y las verdades expresadas por estas obras, habrá que ponerlas en práctica.

Para empezar, con el muro que se está levantando en el norte.