miércoles, septiembre 06, 2006

Relatividad y discrecionalidad electoral

Despues de que ayer el Trife dió su fallo, una ofensiva por convencer a la opinión pública fue lanzada minuto a minuto el dia de ayer, hoy y seguro continuará en los siguientes días (los noticieros corean la buena nueva, hay desplegados en los periódicos con muestras de apoyos de gobernadores, sindicatos, grupos empresariales, etc). El mensaje, una invitación a la reconciliación y a aceptar lo inatacable.

Parafraseando a Einstein con respecto a la relatividad, sucede que una diferencia cerrada de 0.5..% es reemplazada por la unanimidad de los magistrados; los hechos que pudieron ser causal de nulidad, no son suficientes, ni determinantes (por falta de instrumentos de medición que detecten si la actuación de todos los infractores influyo en el resultado).

A final de cuentas, la decisión fue discrecional y no objetiva. Ni se tiene la certeza de que el computo sea claro (recordemos que se anularon 250 mil votos en el minirecuento), ni se tienen criterios para determinar que las intervenciones gubernamentales y privadas influyeron en la decisión del voto ciudadano. Los juristas expertos incluso mencionan que no hay certidumbre y contundencia en la decisión.

¿Que tanto en tantito? Una vez más se demuestra la máxima legaloide que reina en el sistema de justicia mexicano: "más vale un mal arreglo que un buen pleito".

Pero el pleito sigue con todo y los llamados al diálogo. Para muestra, la nueva guerra de encuestas donde en la Jornada se muestra un 70% de inconformidad con la resolución y en el reforma un 80% de aprobación.

¿Dos Méxicos en pugna y su pueblo en medio viendo el resumen?

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