Para aquellos ingenuos que crean en que solo hemos estado expuestos a una campaña de mercadotecnia en estos últimos meses a causa del proceso electoral, temo decirles que esto va mucho más allá.
El término correcto es GUERRA DE INFORMACIÓN (en inglés information warfare) que se define como "el uso y administración de la información con el fin de adquirir una ventaja competitiva", que implica prácticas como la desinformación, degradación y negación de información al oponente, propaganda negra, entre otras.
El objetivo principal es anular el control y mando del oponente.
Me parece que el proceso que en principio estaba justificado por la competencia, viendolo bajo esta luz, se ha venido dando durante todo el sexenio, y en estos días ha arreciado.
Hay que estar muy atentos sobre todo para discernir las intenciones de los actores y que la población no se deje llevar por esta operación dirigida.
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