Hubo una chica el día de hoy a la que entrevistaron que mencionó en tono medio fresa algo así como: "que van a decir de nosotros en el extranjero".
Habrá quien sienta que las demostraciones de inconformidad públicas, y sobre todo las que vemos en cadena nacional, y que llegan hasta la CNN, son un factor de riesgo para sus fondos de inversión o para los dueños de transnacionales.
Pero lo que debe quedar claro es que afuera se difunda lo que en realidad está pasando, y no editarlo a conveninecia de intereses externos.
La opinión pública internacional también puede ser útil en momento de crisis, y más que guardar las apariencias, debe demostrarse que la sociedad mexicana es lo suficientemente madura y no requiere de contratar head hunters para que nos consigan otro Maximiliano.
Tanto la información financiera como la derivada de los fenómenos sociales, debe ser nítida para permitir la toma de decisiones no solo de los directivos de las empresas, sino de todos los ciudadanos que queremos un gobierno justo y eficaz.
Basta recordar las notas en el extranjero en 1985 citando que la ciudad de México estaba en ruinas, o en el caso financiero, los reportes inflados que terminaron con el crack de la bolsa en 1987. Digamos NO a la especulación.
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