jueves, agosto 31, 2006

El próximo día sin gloria

Escuchaba un reportaje el otro día sobre el rito del informe presidencial, y en serio que la retrospectiva es penosa.

Un día donde la foto familiar oficial, la entrevista, el besa manos, el baño de pueblo y el "standing ovation" eran el guión del día del presidente.

Pero eso ha cambiado con las interpelaciones, protestas y las respuestas "duras" (aunque tibias), pero aún así el congreso no ha legislado nada para cambiar este rito que antes era solemne y ahora es somnoliente.

Y mañana ¿qué pasará? Todo pinta como un escenario totalmente adverso al protagonista y sus colaboradores. Cualquier referencia a la paz social o la transición democrática detonará la indignación y marcará la fractura del cristal donde se dibujo "el país de las maravillas".

Ojala la prudencia prive, pues el panorama no es halagüeño. Ojala el Emperador no acepte portar su ropa nueva, pues todos coincidirán que está en pelotas.

No hay comentarios.: