viernes, agosto 11, 2006

Cambio de rumbo

Si queremos cambiar el rumbo, debemos saber donde estamos.
Mientras hay quienes se aferran al actual modelo económico como única directriz del rumbo del país, cuando hay muchos otros factores que pueden decirnos en donde nos encontramos.

Por principio, la pobreza no es una excepción, sino una constante en mas del 50% de nuestra población. Para acabarla de amolar, el sistema de salud es insuficiente para atender a toda la población, por lo que el sector se esta privatizando aunque la mejora es relativa.

Son deportes costumbristas el no cumplir con la ley, fastidiar al prójimo, pero ante todo aguantarnos en silencio las chingaderas de los que tienen "algo" de poder. No se necesita ser un alto funcionario gubernamental para fastidiar: el policía que detiene, intimida e interpreta a su manera la ley; el empleado gubernamental que ahi cuando se le antoje nos atiende. Hasta el que tiene un volante en la mano en el transporte público hace que veamos nuestra vida pasar ante nuestros ojos en lo que llegamos a nuestro destino.

Nadamos en petróleo, pero la empresa estatal encargada de su explotación está al borde de la quiebra, aun con un precio exorbitante por barril (68 dls). Y los excedentes no se reparten. Donde quedo eso de que el petróleo es de los mexicanos (vale la pena saber quienes).

En sintesis, vivimos en un surrealismo donde las ocurrencias y el verbo crean espejismos ante una realidad que marca que en cualquier momento diremos BASTA.

Por nuestros hijos y por nosotros, gritemos BASTA y procedamos de manera organizada y pacífica para cambiar el destino de nuestro pueblo.

Iniciemos el cambio personalmente, reflexionando y cuestionando lo que se presenta como evidencia irrefutable.

Iniciemos el cambio retomando las relaciones con nuestra familia, amigos y vecinos.

Iniciemos recuperando nuestra natural cordialidad no solo con los turistas, sino ante todo con nuestros paisanos.

Iniciemos desahogandonos de todas esas represiones que tenemos y digamos lo que sentimos.

Iniciemos reclamando nuestros derechos, que no son moneda de cambio condicionada de nadie.

Pero empecemos a la de YA o será muy tarde, y aunque se dice que "...de los arrepentidos es el reino de los cielos" no hay necesidad de arrepentirse si tomamos la decisión ahora.

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