En mi último año de secundaria en el Amado Nervo, recuerdo que el buen Carlos Bandala sugirió (e impuso) la lectura de un libro excelente: la Granja Animal (gracias Carlos).
Me vino a la mente este título, pues se está viviendo un síndrome similar a lo que les ocurrio a los animales de la granja cuando establecieron sus nuevas reglas despues de derrocar al granjero (sería algo asi como su constitución), y que poco a poco estas normas de buena fe fueron torcidas por los cerdos cuyo mayor anhelo era parecerse al granjero.
Actualmente este fenómeno está presente en varios frentes:
* las leyes están ahi, pero se reinterpretan, transgiversan o adaptan segun la necesidad y conveniencia.
* los planes de gobierno se plasman por escrito, pero su ejecución a veces dista de lo planteado al principio.
* los movimientos sociales arrancan con peticiones de base, las cuales a veces cambian de imprevisto ante la circunstancia o el capricho.
* la veracidad de los hechos expuesta en algunos medios, se pierde ante la miriada de opiniones y la censura que pueda presentarse.
Al final del dia, la claridad de los hechos en la memoria del colectivo es manipulada al grado de causar confusión, desencanto, y en algun momento un trance en el cual que no pase nada es mejor que pase algo (bueno o malo).
Al pueblo pan y PPE (pago por evento).
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