Por favor y gracias. Son las palabras que nuestros padres nos han grabado de diversas formas para que pidamos algo a alguien. Aunque por lo general funciona con la familia y amigos, en la calle y en el sistema pareciera una languida manera de solicitar un servicio o ejercer un derecho.
Los nuevos modos son "echando montón" y bloqueando sitios o avenidas, para dejarse oir y hacer presencia.
Depende a quién se lo hagan y lo justo de la causa, esto puede ser bien o mal visto. los ejemplos recientes del bloqueo de Reforma, la toma de tribuna en las cámaras altas y cientos de manifestaciones, son ejemplo patente de este poco ortodoxo estilacho.
Pero si no fuera así, muchos bribones y vivales de plano se saldrían con la suya. La gente encuentra formas de pelear lo suyo, y con todo, estos son métodos tranquilos.
Si los oidos sordos, se siguen haciendo guajes, que se aguanten las consecuencias de cobrar por una supuesta democracia y no ejercerla.
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