De todos los insultos, indirectas e ironías que ha recibido este gobierno, la que más debería preocuparles es la que venia en una pancarta desplegada en la más reciente marcha. Ella se leía:
Se busca empleo de narco, secuestrador o sicario.
Los más sorprendidos deben ser los aludidos empleadores, que de la noche a la mañana pueden contar con el grueso de los desempleados.
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