Pues aquí seguimos, en clara desilusión al profeta apocalíptico que decía que ayer nos iba a cargar patas de cabra. Eso si, me enteré que ayer hubo un par de sismos como de 5 Richter, que no faltará quien diga que alguna cuenta del método matemático ancestral hizo una división indebida entre 2.
A tal grado movió la paranoia a algunos, que en algunas escuelas de la zona centro parece que estuvieron repartiendo volantes donde se anunciaba la suspensión de clases en las escuelas, como medida precautoria; lo que me hace preguntarme si nuestros criterios de protección civil y prevención de desastres están basados en la intuición, el miedo, la fé o la ignorancia.
Lo único real es que parece que la temporada de lluvias empieza extraoficialmente con algunos aguaceros gruesos. Esperemos que no sea necesario construir un Arca.
En otras cosas me platicaban del desafortunado caso del Cruz Azul y del tristemente celebre Carmona que no conforme con casi ponernos en ridículo en la Copa Confederaciones, ahora pone en aprietos a la FMF y a su equipo; todo por la necedad de alinearlo cuando no debían. Pero aparte de lo futbolístico, está la cuestion del consumo de sustancia prohibidas. Hace unas semanas algunos legisladores y organizaciones clamaban a todo pulmón LEGALICENLA (en referencia a la droga).
Como puede apreciarse en este caso, si una organización tiene como regla que el consumo de drogas no es tolerado, como en todo si queremos jugar, hay que respetar las reglas del juego; a quien no le guste ahí esta la puerta. Tal vez en un futuro se habrá una liga experimental donde la regla sea la contraria; para el show los actores deben doparse para sobrepasar el rendimiento humano.
Así que ¿cuál será la postura del estado mexicano? Además de las divisiones sociales existentes entre ricos y pobres; educados y analfabetas; mestizos, criollos e indígenas; con seguro medico y pensión y a tu suerte; heterosexuales, homosexuales y bisexuales, ¿tendremos una nueva clasificación de adictos y no adictos?
Buscando soluciones creativas, por qué no incentivar a los narcos a que se vuelvan empresas farmacéuticas (tienen buenos químicos y laboratorios) o textiles (por aquello del kemp), incluso que inviertan en biotecnología; el capital está ahí.
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