Es obvio que uno se preocupe en primera instancia del lugar donde vive, su ciudad, su país. Pero también hay que alzar la mirada y ver a nuestro alrededor que está pasando en el mundo.
Saco esto a colación por dos razones principales: la crisis y nuestras próximas elecciones.
Estados Unidos sigue rescatando a sus industrias, mientras el numero de desempleados crece y los republicanos afilan las lanzas para salir a la carga al más puro estilo del klan contando con bastante carne de cañón y gasolina al no verse señales de mejora económica. Pero acá, no pasa nada. Catarritos los de la gripe, pero la crisis la pasamos con prestamos a unos intereses aun no publicados y embargandonos como de costumbre. Si el estado cree que con campañas publicitarias va a arreglar el problema, deben vivir en una realidad alterna muy diferente a la de la gente.
En el tema de las elecciones basta con ver que el citado "déficit democrático" citado por Chomsky esta provocando movimientos en varios paises. La desigualdad y los interéses económicos han sepultado los intereses de la mayoría; el más básico, tener un nivel de vida digno (servicios, trabajo y alimento). Basta ver que el ejercicio democrático en Irán está desbordandose en un brote de violencia, pero además es alimentado desde afuera, al ser cuestionadas las elecciones por paises como Estados Unidos o Alemania. Al margen de que un fraude sea el motivo, la ingerencia intervencionista en un país que cuenta con tecnología nuclear y vecinos poco cordiales, no es muy alentador.
En Perú las etnias arremeten contra el estado por deciciones que benefician a los grandes capitales y pasan por encima de los principios de estos pueblos.
Y a México ¿qué le va a tocar? Nuestro calificado estado fallido se encuentra en una posición endeble y el sistema democrático que hemos pagado no es satisfactorio (hasta da pena que el IFE haya ofrecido consultoria a Irák para hacer elecciones).
Oh bicentenario; te celebraremos con representaciones tan vividas y reales que superarán a la TV de alta definición.
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