"Mexicanos, no pasa nada. Les juro que no pasa nada". Así podría pasar todo el día muestro sr. presidente, tratando de convencer a la opinión publica de que la inseguridad, el desempleo, las crisis financieras u otros asuntos estan bajo control. Pero la realidad es que su credibilidad es nula, tirandole a rangos negativos.
¿Qué puede hacerse para apuntalar el discurso presidencial?
Que valga madre la realidad. Lo único verídico es el guión de la telenovela; y para una muestra vean el promo televiso, donde aparecen los rostros del momento: Lucero, Adal, los rancheros metrosexuales de la telenovela que recién termino, Colunga y no recuerdo que otro. El discurso es más o menos el siguiente: si hay crisis pero no es para que nadie nos diga que se va a poner más cañón y que nuestro corazón y echarle ganas son suficientes para salir de la adversidad.
Dos de los ejemplos que citan son los temblores y las inundaciones. OJO, pues en estos casos la sociedad civil es la que se ha rifado, y el gobierno ha quedado rebasado.
Un caso más, el que menciona Adal, es el de otras crisis que ya hemos sorteado. Amén de que el muchacho no es analista ni experto en esas faenas, es vanal decir que la libramos cuando el costo ha sido altísimo para la sociedad, y se han generado millones de pobres en el proceso.
Esto es una burla patrocinada.
¿Ahora la veracidad se mide en puntos de raiting y valor de la imágen de unos cuantos?
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