Aprovechando el fervor del pueblo por la Guadalupana y por estar inmersos en las celebraciones correspondientes, estos tiempos han sido aprovechados por aquellos cuyos compromisos con lo externo han apuñalado la constitución de 1917 y la expropiación de 1938. Pareciera que la revolución de 1910 ha sido en vano.
Por más que nos recuerden que son los representantes populares electos, ha quedado patente lo contratio, primero por vulnerar nuestra soberanía y segundo, por no presentar resistencia.
Que malestar. Que pesar me oprime, pues a la interrogante de mi hijo en unos años al "y tú ¿qué hiciste?" solo podré responder "estaba trabajando".
¿Ya no hay nada que hacer? ¿Los congresos estatales también serán complices de esta treta?
Ayer una periodista clamaba por el micrófono en la radio: "¿dónde está la sociedad mexicana?"
Sin ver hacia el futuro, se seguirá privilegiando el uso de hidrocarburos; más CO2.
Sin razones objetivas y fundamentadas se argumentó el saqueo y tienen la vergüenza de admitir que "hay riesgos".
Sin una representación real, se ha tomado una decisión que podrá hacer felices a los que quieran que nos veamos como colonia, pero no a los que queremos a nuestro país.
Sin haber dado resultados económicos, laborales, de lucha anti-corrupción o en seguridad palpables, se impone la aventura, donde el dinero que entre no alcanzará para mejorar el nivel de vida de todos, pero si alcanzará para nuevos califatos, seguir con el circulo vicioso de pobreza-programas sociales-votos y apagar los mitotes o aplacar a los "lideres".
El párrafo de este articulo lo resume muy bien: La apertura a la cesión del subsuelo y sus recursos culmina el proceso que hace depender nuestras finanzas, los principales aparatos productivos, la política internacional y la interna, de los intereses dominantes del país vecino, que además ha incluido a México en la jurisdicción de su comando militar del hemisferio norte de nuestro continente y lo considera territorio de su primer círculo de defensa.
Como apología, la oposición cree que una consulta en 2015 revertirá el daño, pero en un año y medio este puede ser vasto, y tal ves irreversible. Cualquier medida o acción debe hacerse ahora.
Hay que hacer numeros para determinar en cuanto tiempo se verán los efectos de esta decisión y caerán las mentiras de contar con energía más barata, dejar de importar combustibles, creación de 2.5 millones de empleos y una mejora de la economía.
El frágil pacto social y económico de nuestro país ¿en qué estado queda?
PD. Cito el siguiente fragmento de este artículo:
El 27 de septiembre de 1960, al nacionalizar la industria eléctrica, después de referirse a la claridad de los preceptos en los artículos 27 y 28 constitucionales, esta fue la oratoria de López Mateos:
Pueblo de México: les devuelvo la energía eléctrica, que es de la exclusiva propiedad de la nación, pero no se confíen porque en años futuros algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a los inversionistas extranjeros. Ni un paso atrás, fue la consigna de don Lázaro Cárdenas del Río al nacionalizar nuestro petróleo. Hoy le tocó por fortuna a la energía eléctrica. Pueblo de México, los dispenso de toda obediencia a sus futuros gobernantes que pretendan entregar nuestros recursos energéticos a intereses ajenos a la nación que conformamos. Una cosa obvia es que México requiere de varios años de evolución tecnológica y una eficiencia administrativa para lograr nuestra independencia energética; sería necio afirmar que México no requiere de la capacitación tecnológica en materia elécrica y petrolera. Pero para ello ningún extranjero necesita convertirse en accionista de las empresas públicas para apoyarnos.
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