lunes, julio 12, 2010

Se acabó la tregua Mundialista

Se acabó el Mundial.

Escuché decir a algunos que en realidad empezaba a partir de los octavos de final, pero creo que donde las espectativas, el fervor y la locura prevalecen es al principio; donde grandes y chicos pelean, y solo prevalecen los más fuertes.

Se acaba el Mundial con una final deslucida por un equipo de Holanda que sale a traicionar su estilo de juego y se dedica a repartir patadas.

España campeón. Ahora si, el Barcelona ha ganado todo.

Pero el juego de Uruguay vs Alemania lució mejor. Bien por Forlán como mejor jugador.

De ahi en fuera, que se cambie el sistema de arbitraje, que fue pifia tras pifia.

El balón de mercado jabulani supongo que no se venderá ya ni en los puestecitos; ya para que hasta la NASA lo haya estudiado, es el colmo.

El Ángel descansará ahora, mientras espera el regreso de sus inquilinos.

La moraleja: para ser campeón, no solo se requieren 23 buenos, sino que exista un buen fomento al deporte, seguimiento, incentivos, una buena liga, fogeo internacional y poca dependencia de los extranjeros. La base de la selección debe ser el mejor equipo de la liga; el sistema y estilo de juego debe quedarles claro a jugadores, directores técnicos y directivos.

Ah, y claro, el pulpo Paul. Ya veremos si lo ensalsan a un trono o en una paella.

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