Más pendejadas en voz alta

Ahora fue el turno del subsecretario de economía Heriberto Félix Guerra, quién en pleno éxtasis de posesión (por el espíritu de Luther King, solo con respecto al "yo tengo un sueño"), se aventó la siguiente declaración en su discurso de la semana PyME:

"Quienes se quejan del gobierno, bancos y tasas de interés es porque les va mal.

Cada uno habla de cómo le va en la fiesta. Podemos decidir ser víctimas de la circunstancia, que nos maneje o manejarla nosotros y ser líderes. Si decidiéramos al mismo tiempo ser parte de la solución, ningún país nos vería el polvo".

Eso pondría más o menos a 50 millones de mexicanos en esa posición; tan mal les va, que son catalogados como pobres. El resto, tal vez solo un 5% no se queje, por pertenecer al gobierno, o formar parte de la élite; mientras, el restante 45% perdemos poder adquisitivo, pagamos más impuestos y tenemos servicios de salud, educación y demás, deplorables.

Además ¿se sienten incómodos por las quejas? Hagan su trabajo y cobren menos, inútiles.

Retomando la idea de cómo nos va en la fiesta, ¿no sería mejor clausurar este antro símil de Lobohombo?