Apenas la semana pasada mamá naturaleza nos recordó que sigue molesta por el cambio climático. Primero, una ola de considerables dimensiones azotó a los turistas en la playa de la Condes en Acapulco. Luego, un temblor de 6.3 grados sacudió la costa de Guerrero y en la Cd. de México el susto por ahí de las 12:45 fue canijo.
Pero como dicen los muertos no asustan, si no los vivos, y los encabezados de hoy están manchados de rojo por la masacre de ayer en el Virginia Tech en USA y las ejecuciones en todo México.
Así que hay dos cuestiones que atender: la salud del planeta y la salud mental de la población, que poco a poco se está deteriorando, y aunque los padecimientos visibles como la obesidad, la diabetes, entre otras, roban cámara, nuestros cerebros están sufriendo a causa del bombardeo de información y el cambio a un modo de vida que dista mucho de ser tranquilo y sociable.
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