lunes, marzo 26, 2007

300 vs ¿cuántos?

Este ha sido un fin de semana complicado. Por un lado las manifestaciones católicas pro-vida en contra de la legalización del aborto, donde hay señales de que la separación estado-iglesia está en riesgo. Mas tarde el recordatorio de que el Peje todavía nada en los mares de la política mexicana.

Pero si algo unifico a nuestras trastornadas masas, fue el estreno de 300, la producción que se está metiendo cualquier cantidad de billete en el gabacho, y le ha llegado el turno de probar suerte en México. Conociendo la historia griega, habiendo disfrutado hace tiempo de un tema de Vangelis e Irene Papas sobre la hazaña y por supuesto la labor de marketing bestial de Hollywood, las expectativas eran altas; pero después de ver la pelicular, parece que no solo Mel Gibson tiene problemas graves de interpretación.

Para empezar, se notan grandes influencias de Matrix, LOR, 13 guerreros y algunas de la adaptaciones recientes de comics; esto último de esperarse, pues se supone que es la adaptación de una novela gráfica. El inicio es interesante, aunque los brillos de la civilización espartana quedan reducidos a una síntesis de 5 minutos, pues la prisa por llegar a los porrazos es notoria.

La parte de la consulta del oráculo está bastante jalada, y ni siquiera capta la cosmovisión griega a fondo.

Los diálogos son en exceso cortos, y pareciera que a Leonidas se le queman las habas por ir a ponerle en la maraca a Xerxes (el cual por cierto, parece el modelo de portada de una revista de piercing). En lo personal me dejó un sensación de ver cuadros paisajistas acompañados de escenas de acción. Además aunque adoró el metal, me parece que la banda sonora no viene ni al caso. Una secuencia llama la atención: cuando la reina (que es uno de los personajes mejor logrados) busca el apoyo del consejo para enviarle refuerzos al rey de Esparta, y uno de los consejales (traidor y vendido) le ofrece su apoyo si ella le afloja el cuerpo.

De llamar la atención que los políticos al parecer no cambian. También el discurso de Leonidas es exagerado y llevado a la arena de "nosotros peleamos por la libertad", y solo faltaba que dijera que al derrotar a Xerxes el que seguía era Saddam. En fin, una calabaza de película, donde se le metieron unos millones al arte gráfico, pero no se aprovecharon para una obra de arte.

Parece que el despilfarro marca el ritmo de este año.

Y para acabarla de amolar, en USA las búsquedas con respecto a la película no tienen nada que ver con la historia, sino con el acondicionamiento físico de los actores, pues parece que se vendió bien la imagen de espartano grandote y cabrón.

1 comentario:

JorgeAT dijo...

Coincido con tu critica Jack, es una película que solo se centra en lo visual, cualquier intento de obtener "carnita" de la historia es inútil, algo diluyo la adaptación, yo esperaba otro Sin City, sin embargo la disfrute por que practicamente la vi sin poner atención a los los diálogos (cuales?), la hubiesen podido dejar muda y me creerás que también ignore la música.