Pues sucede que para cerrar un invierno extraño y frío, tenemos una gran contingencia ambiental desde este lunes al día de hoy (al menos).
Muchos años han pasado desde que la principal medida de interés para los habitantes del valle de México, además de la temperatura, eran los IMECAS. Pero pareciera que los IMECAS desaparecieron por que no eran necesarios o por que incomodaban, pero ahora regresaron.
Ante el irónico y mediocre argumento de "no hay condiciones climatológicas favorables para la dispersión de contaminantes" (después de los aironazos de la semana pasada), las supuestas "ferreas y duras medidas para combatir la contaminación", son puro cotorreo; uno sale a la calle, y la cantidad de autos es la misma: demasiada. Para colmo, ahora con el nuevo reglamento de tránsito, hay que ir a paso de calandria, para no salir en la foto (de las foto-multas).
El ridículo extremo podría ser lo planteado en el cartón de hoy del maestro Magú, pero lo preocupante es que pareciera de repente que no hay nada serio, objetivo y cientifico.
No soprendería que aparezca un proveedor del revolucionario y económico filtro personal de "aigre", que salve el día y demuestre el espíritu emprendedor de los mexicanos.
Muchos son los problemas que se han dejado crecer:
1. Un parque vehicular desbordado; todos quieren y tienen auto, aprovechando los créditos que han ofrecido a mansalva las automotrices. Que bonitas estadísticas de la industria en cuanto a ventas, y también que bonitos los IMECAS. El consumismo corroe, la propaganda hipnotiza y ¿gastar reconforta? En algun momento los autos le generaban al gobierno un bono anual por concepto de las tenencias vehiculares, sopretexto de seguir pagando los juegos olímpicos del 1970; cuando por motivos electorales sacaron esto, deben haber conpensado el rubro, pero ¿cuál fue el beneficio? Tal vez deba volverse a cobrar tenencia, pues tener auto ya no será un "pretexto humano" sino un derecho que cueste.
2. El fallido y corrupto programa "Hoy no circula". Todos saben que siempre hay manera de pasar la verificación. Todos hemos visto a los grandes camiones de carga (trailers), camiones materialistas y de mudanzas, echar humo con singular alegría, y nadie dice o hace nada. Incluso el transporte público tampoco acata muy bien dichas revisiones.
3. Un insuficiente sistema de transporte colectivo de calidad. El Metro está saturado y en el abandono (sucio, sin seguridad, maltratado), los Metrobuses contaminan bastante, hay taxis de todos sabores y permisos, pero aun así, no alcanzan. Solo unos cuantos Trolebuses quedaron después de su reacomodo vial de hace unos pocos años, pero en realidad, a los funcionarios de la ciudad les interesan sus negocios.
4. Tecnología vehicular obsoleta o ineficiente. Muchos de los autos que circulan en la ciudad ya son viejos. Otros tantos, segun esto se actualizaron con los famosos convertidores catalíticos. Y se supone que los nuevos autos, llenos de electrónica, son más eficientes. Pero el hecho es que emulando a nuestros vecinos del norte, las grandes camionetotas son V8. Los hipersofisticados motores del siglo XXI a veces son jarabe de pico (ver escándalo de los motores diesel en el 2015).
5. Tecnología energética obsoleta. Cierto, estamos en el siglo XXI... y seguimos usando gasolina, y ahora es importada (por que el gobierno decidió que es mejor comprar que producir). Motores de hidrógeno y eléctricos, es lo que se necesita, no seguir amarrados a los intereses de las petroleras.
Cabe preguntar:
¿las leyes y regulaciones ambientales que tenemos son buenas?
¿las normas ambientales son estrictas?
Pero la pregunta fundamental es: las leyes, regulaciones y normas actuales, ¿se cumplen? Y la respuesta es NO, entonces ¿para qué quieren nuevas normas?
Más sencillo, y en el ambito de la sociedad:
¿qué nivel tiene la calidad del aire que respiramos? ¿es venenoso o no es para tanto?
¿qué flota en el aire? ¿inhalamos acaso particulas de materia fecal?
¿qué factores afectan el aire que respiramos? ¿solo las emisiones vehiculares, o también se relacionan las fabricas, los tiraderos de basura, la quema de basura?
¿cuales son las consecuencias de respirar esta nata durante mas de 30 años?
En conclusión, TODOS somos parte del problema. Si, también la señora de los tamales que nos alimenta en las mañanas y a quien llaman cariñosamente "Tía", quien usa carbon para calentar el atole y el baño María de los de chile, dulce y manteca.
Y lo más importante: TODOS debemos ser parte de la solución, sino vean lo que ha pasado en Pekin (2015).
PD. Estado de Chilangolandia suena mejor que Estado de la Ciudad de México ¿no? Aunque el nombre justo debería ser México-Tenochtitlán.
1 comentario:
Recorde a una amiga que segun ella todo lo que ocurre es culpa del gobierno, es la "caja de pandora" que contiene todos los males del mundo y "hacen falta leyes mas severas". Yo estoy totalmente de acuerdo con Jack, la solución es que se cumplan las leyes, no que inventen nuevas, al final si no se cumplen, la constitución, el código penal, el código civil, la ley cívica, el reglamento de tránsito, reglamentos en general, solo son como libros de poemas que se leen muy bonitos que no sirven para ni madre. Y tristemante, quien viola todas esas leyes y reglamentos, es el ciudadano común. En resumen, estamos jodidos.
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